Por: Juan Manuel Esquivel Gutierrez

La Corte Suprema de Colombia ordena la detención de Iván Name y Andrés Calle, exlíderes del Congreso, acusados de corrupción en contratos de emergencia.

En un giro dramático para la política colombiana, la Corte Suprema de Justicia ha emitido una orden de captura contra Iván Name Vásquez y Andrés Calle Aguas, figuras clave en el Congreso hasta julio de 2024. Ambos son sospechosos de estar involucrados en un escándalo de corrupción con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, relacionado con la asignación de contratos para la compra de carrotanques destinados a zonas de emergencia.

Iván Name, quien fue presidente del Senado, y Andrés Calle, exlíder de la Cámara de Representantes, enfrentan cargos de cohecho y peculado. Según las investigaciones, Name habría recibido $3.000 millones de pesos, mientras que Calle habría obtenido $1.000 millones. Estos montos provendrían de contratistas que buscaban favorecerse en la asignación de proyectos gubernamentales.

La decisión de la Sala de Instrucción se tomó con una votación de cuatro a favor y dos en contra, destacando la gravedad de las acusaciones. Los pagos ilegales estarían vinculados a la manipulación de presupuestos y el direccionamiento indebido de recursos públicos, lo que ha generado una gran conmoción en el país y ha puesto en tela de juicio la integridad de sus instituciones.

Este caso no solo ha sacudido los cimientos del gobierno colombiano, sino que también ha expuesto una posible red de corrupción que podría extenderse a otras áreas del Estado. La Corte Suprema ha advertido que las investigaciones continuarán y que no se descarta la implicación de más funcionarios en este escándalo. Mientras tanto, tanto Name como Calle han negado las acusaciones, aunque sus defensas no han emitido declaraciones formales tras la orden de captura. Este escándalo promete ser uno de los más significativos en la historia reciente de Colombia, con la ciudadanía clamando por justicia y transparencia.